Muchas veces había visto este río, el río Eo en Lugo; y como los pescadores enfundados en sus pantalones verde botella con tirantes, mangas remangadas y sus altas botas se disponían a lanzar sus cañas en busca de la mejor recompensa, el salmón.
He sacado esta fotografía donde se aprecia la mano del hombre que contribuye a hacer más fácil el ascenso del salmón para poner sus huevos.
A finales del otoño y principios del invierno los últimos salmones de los ríos completan la etapa final de su prodigioso viaje para alcanzar los prístinos frezaderos naturales.
Las cabeceras de los ríos con sus aguas impolutas, ricas en oxígeno y libres de sólidos en suspensión constituyen el hábitat ideal para la puesta, el alevinaje y el desarrollo de los juveniles.
Aprovecho para recomendaros la película: "La pesca del salmón en Yemen".
3 comentarios:
Me encanta el salmón!!! y gracias por la recomendación de la peli la veré!!
besos
De nada. Gracias a tí por comentar. Espero que te guste la película. Bss
Que ganas de ir a Luego y ver ese río y disfrutar de ese paisaje tan bonito!
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