Posiblemente empezamos el día como una moto, con velocidad acelerada.
Continuamos la marcha disfrutando de las vistas y dándonos el aire en la cara.
Encogemos los ojos, y según vamos disminuyendo la velocidad el aire disminuye.
Es el momento de frenar y aparcar la moto. Así como nuestro ritmo.
¡Buen día!
1 comentario:
Una metáfora impresionante, una reflexión que deberíamos tener más presente un nuesto día a día.
Preciso!
Publicar un comentario