Como dicen: " En boca cerrada no entran moscas".
Y es que hoy estoy muda, sí muda, con una afonía que me impide expresarme como quisiera. Menos mal que nos quedan las palabras escritas, los e-mail, los mensajes de móvil,...; pero acostumbrada a que mi voz sea más rápida que mi escritura, me resulta pesado.
Por eso hoy me he acordado de cuantas personas están sin voz y que poco la valoramos.
Siempre pasa, diréis, cuando carecemos de algo es cuando lo echamos de menos.
Hoy es de esos días en que digo: ¡Que nadie me hable!
Hoy, sólo me queda sonreír y esperar...